Hay síntomas que no se explican con análisis. El cuerpo arde, se inflama, se agota… pero todo “sale bien”.

Y ahí empieza la confusión: ¿cómo puede estar todo bien si no me siento bien?

Me encontré muchas veces con esta escena en consulta: personas que cuidan su alimentación, toman suplementos, hacen terapia, meditan… y sin embargo, el cuerpo sigue en guerra.

Hacés todo lo correcto. Pero nada cambia. Y eso tiene sentido. Porque no es el cuerpo el que está fallando. Es la percepción la que sigue atrapada.

Lo que no se digiere, se inflama

Una vez acompañé a una mujer que tenía años de dolor abdominal. Le habían hecho de todo. Colonoscopias, estudios hormonales, planes alimentarios.
Todo en regla. Ninguna causa aparente.

Hasta que una frase soltó el nudo:

“Yo trago para no discutir. Siempre me callo.”

Ahí apareció la escena simbólica que su intestino repetía cada día.
Su cuerpo no necesitaba más probióticos. Necesitaba una nueva manera de decir lo que dolía.

Porque el cuerpo no actúa solo. Traduce.
Traduce vínculos, silencios, mandatos.
Y cuando no puede más, habla con síntomas.

Tu síntoma es un mensaje, no un error

El Mapeo Simbólico Estructurado no busca una causa.
No se trata de encontrar «el trauma», ni de repetir fórmulas.

Se trata de leer la configuración interna que sostiene un patrón. Decodificarlo. Y reconfigurarlo.

Tu cuerpo no está roto. Está diciendo algo que quizás no supiste decir de otra forma.

Y si querés empezar a leerlo con otro lenguaje, en www.soniabrandt.com  encontrás recursos gratuitos y mentorías personalizadas para acompañarte.

No hagas más esfuerzo. Hacé otra lectura.